El absurdo de la existencia se plasma en la sinrazón de no saber a dónde ir o qué hacer, en el problema global de no saber quién se es.
Últimamente, acudo a los libros para que me oculten el rostro de delante y pueda olvidar que he perdido el rumbo de mi existencia humana, y que me seco y ya no tengo esa parte de mi ser que tan ardientemente llegué a amar, mi yo verdadero, mi creatividad.
¿Has sido tú, Dante, quién cambió a Beatriz en el infierno por mis musas mientras dormía y tu "Divina comedia" reposaba en mi mesilla?
Si es así, ¡muerte a Beatriz y muerte a ti, cobarde!

No comments:
Post a Comment