Hoy ha sido un bonito día primavera, el primer día de la primavera.
Hoy no he tenido clase.
Hoy me han concecido la SICUE para terminar mis estudios donde siempre quise empezarlos: Salamanca.
Hoy he comprado helado de nata montada.
Hoy he hecho un brownie riquísimo.
Hoy he merendado brownie templado con helado de nata montada.
Hoy he merendado brownie templado con helado de nata montada.
Hoy son las siete y sigue siendo de día.
Hoy, una vez más, (te) he esperado sin sentido ni razón.
Hoy, otra vez, he creído en algo que sabía no iba a tener lugar.
Hoy, a pesar de todo, es un día para borrar...
Todo, gracias a mi ingenuidad. Todo, gracias a tu... Todo gracias a ti.
Hoy, una vez más, (te) he esperado sin sentido ni razón.
Hoy, otra vez, he creído en algo que sabía no iba a tener lugar.
Hoy, a pesar de todo, es un día para borrar...
Todo, gracias a mi ingenuidad. Todo, gracias a tu... Todo gracias a ti.
4 comments:
Enhorabuena!! al final no tuvo que despertar el demonio dormido.
:PPP
Felicidades por la SICUE y por un gran día.
Estamos todos buenos, no? A mí me ha tocado darle cuatro puntadas a mi desamor y arreglarlo entre el mar de lágrimas de esta tarde... A ver cuánto dura...
Esta primavera viene cargada, más que de alergias, de corazones rompiéndose...
Felicidades por tu brownie casero y por tu SICUE.
Un beso...
Bienvenida a la Primavera y a Salamanca...
Ofelia
I
Sobre el tranquilo remanso donde las estrellas duermen,
como una gran flor de lis la blanca Ofelia flotaba,
rodéanle largos velos que lentamente la mecen,
-lejanas trompas de caza en el bosque se escuchaban.
Hace ya más de mil años que la triste Ofelia yace
sobre el río negro y largo, igual que un blanco fantasma.
Hace ya más de mil años que murmura la romanza
de su suave locura al céfiro de la tarde.
El viento besa sus senos y despliega en corola
sus grandes velos mecidos muellemente por las aguas,
los sauces estremecidos sobre su espalda la lloran
sobre su frente dormida se inclinan los cañizares.
Los nenúfares heridos en torno a ella se pasman;
ella despierta a veces,en un abedul moroso,
algún nido del que escapa un leve temblor de alas:
- Y de los astros de oro cae un canto misterioso.
II
¡Oh pálida Ofelia bella! igual que la nieve hermosa:
¡Sí! tú te moriste niña por la corriente llevada.
- De los montes de Noruega los vientos tumultuosos
de ásperas libertades te hablaron con voz quebrada.
Fue que un soplo retorciendo tu espléndida cabellera
a tu alma soñadora trajo un extraño sonido;
Tu corazón escuchaba cantar la naturaleza
en los quejidos del árbol y de la noche el suspiro.
Es que la voz de los mares, locos, con inmenso hálito,
rompió tu pecho de niña tan humana y tan sencilla;
¡y una mañana de abril un caballero muy pálido,
un pobre mudo alocado, se sentó en tus rodillas!
¡Cielo, amor y libertad! ¡Qué sueño, oh pobre loca!
Tú te fundías con él como nieve en llamarada:
y tus tremendas visiones enmudecieron tu boca.
-Y el infinito terrible azaró tu azul mirada.
III
- Y nuestro poeta cuenta, que, con el fulgor del cielo
las flores que tú cogiste de noche vas a buscar,
y que ha vistro sobre el agua, recostada entre los velos,
como una gran flor de lis, la blanca Ofelia flotar.
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